Ibiza en Invierno
Ibiza Villa te cuenta sobre Ibiza en Invierno
Es en invierno cuando Ibiza nos permite descubrir su otra cara. La cara alejada del ruido, de la gente, de las fiestas y de las discotecas.
Es en la misma capital donde encontramos un enclave declarado Patrimonio de la Humanidad, su casco viejo, Dalt Vila.
Situado en la parte más alta, justo en el lugar donde nació la ciudad que conocemos hoy en día, se abre un entramado de callejuelas con un aire claramente medieval.
La parte más antigua de Ibiza se encuentra rodeada de una muralla con claro sabor medieval que permanece inalterable frente al bullicio de las discotecas,
el turismo de glamur y la fiesta por la fiesta. Esta muralla es considerada la mejor conservada del Mediterráneo junto a la de la isla de Malta.
En sus calles formadas por arcos de piedra, empedrados pulidos y fachadas encaladas encontramos galerías de arte, restaurantes y boutiques de todo tipo
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Se celebran conciertos, ciclos poéticos, exposiciones y actividades culturales durante todo el año.
Dalt Vila, como muchas de las ciudades del mediterráneo se compone de la influencia de muchas culturas: Fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, aragoneses,
catalanes fueron visitantes asiduos de sus costas y dejaron parte de su influencia cultural. Felipe II fortificó la ciudad para protegerla de los ataques piratas.
El recinto está formado por siete baluartes y varias puertas de acceso. Una de esas puertas lleva a un puente levadizo que nos conduce a la zona baja de la ciudad y al puerto lleno de restaurantes y tiendas con mucho encanto.
Si queréis visitar Dalt Vila os recomendamos empezar desde Ses Taules desde la Plaza del Mercat. A partir de ahí descubriréis un laberinto de calles blancas,
con rampas y cuestas desde donde acabareis viendo el puerto en su punto más elevado. Casas señoriales, rincones con encanto no sigáis ninguna ruta en concreto, perdeos por las calles,
eso sí, siempre hacia la parte alta. Una vez allí disfrutad de la Catedral, la Almudaina, el Palacio Episcopal y el Museo Arqueológico.
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Otro de los encantos a disfrutar de Ibiza en invierno son sus playas vacías.
Estas playas ahora tranquilas y solitarias son ideales para pasear y relajarse. Playa d’en Bossa, Es Cavallet, Ses Salines hacia el sur. Cala Llonga, Niu Blau, S’Argamassa,
Cala Nova, Cala LLenya un poco más allá. Hacia el norte encontraremos unas costas algo más escarpadas con calas como Xuclar, S’Illot des Renclí, Xarraca o Benirrás.
Finalmente, la parte más occidental de Ibiza nos ofrece las playas donde disfrutaremos, en cualquier época del año, de las puestas de sol más espectaculares.
Cala Salada, Cala Bassa, Cala Compte, Cala Vadella y Cala d’Hort y sus fabulosas vistas sobre el islote de Es Vedrá.